22 nov 2010

Entrevista / Osvaldo Loprete (Archivo)

El ex presidente de la Primera D, dejó de ser este mes el máximo pope del Club Social y Deportivo Liniers. Logró el ascenso a la C bancando a la dupla Ruggero - Sassone aún cuando los resultados y las críticas no eran las mejores, cumplió varios de los objetivos de los cuales -algunos- mencionó en esta nota realizada en septiembre de 2009. El cuerpo técnico (Ruggero, Sassone,  Daniel Vicentín, Román Barrós) se fue con él, dejando a la Topadora peleando los primeros puestos en la C, realizando una campaña histórica, la cual seguramente se agigantará con el transcurso del tiempo.
  
"ES CUESTION DE TIEMPO PARA QUE SE JUEGUE DEFINITIVAMENTE SIN VISITANTES"
LINIERS siempre estaba ahí; amagando dar el salto, pero quedándose en la puerta, en el último paso, en cada instancia final. Ahora su presidente decidió pegar el golpe de timón que se hacía imprescindible: Apuesta a las inferiores y a un proyecto a largo plazo sin grandes refuerzos.
¿Cuál fue el click para decir: “No traemos más jugadores e invertimos en obras para el club”?
-Para pelear con los presupuestos de otros clubes, no teníamos el dinero. Entonces preferimos tener bien a los chicos que son de la institución, subimos a varios a Primera y trajimos tres refuerzos de afuera. El resto del dinero lo invertimos en estructura.
Con los nuevos bancos de suplentes, sumado a que en el futuro planean construir las cabinas de transmisión. Si vuelven los visitantes, tendrían que hacer una nueva tribuna.
-Si vuelven, tendremos que hacerla. Ojalá vuelvan, pero es algo que hoy veo muy lejano, y la necesidad inmediata era ésta (los bancos de suplentes), después veremos como hacemos.
¿Hay un tiempo estimado para que vuelvan (los visitantes)?
-No hay un tiempo. Ni siquiera se habla del tema en la A.F.A. y cada vez son más limitadas las cantidades de tickets que se les da a los visitantes en los partidos de la Primera A.
Es cuestión de tiempo, pero a futuro sólo habrá hinchas locales.
Pero a ustedes (los dirigentes), les conviene que no haya visitantes...
-En la D, hay dos o tres equipos con mucha convocatoria, que podrían dejarte una recaudación mayor. Pero también es posible que el CO.PRO.SE.DE. no te acepte la cancha y tengas que ir a otro estadio, y cuando te diste cuenta, el gasto es superior.
OTRO ITEM que también -a futuro- promete instalarse en el mundo de las categorías más chicas, es el de la profesionalización.
¿En la D se puede venir un pedido similar al que hay por parte de los jugadores de la C, en cuanto a ser profesionales?
-La D es una categoría amateur y los jugadores están bien atendidos. En Liniers hubo varios casos de rotura de ligamentos, y los chicos están bien; volvieron a jugar. No es que la A.F.A. no les presta atención. Esto no es para vivir, hay que ponérselo en la cabeza: El jugador, en esta categoría, no puede vivir del fútbol. Es imposible.
Pero hay jugadores que ganan “bien...”
-Hay un grupo de 20 o 30 jugadores, que son muy buenos y no han tenido contrato, manejan un precio en el mercado. Entonces si vos los necesitás, ya sabés que tienen un precio, porque son de otra categoría. Están muy cómodos en la D, porque a lo mejor trabajan o porque es menor el compromiso a jugar en una división profesional. Hay clubes que los pueden pagar y entonces los contratan.
¿No es contradictorio y a la vez contraproducente para la divisional que haya jugadores extremadamente cotizados?
-Esto es como en los clubes de la A: si invertís más de lo que tenés, de alguna manera hay que achicar gastos, como ser; las divisiones inferiores. Eso nos venía pasando a nosotros en los últimos tres años, que no sacábamos un jugador de abajo por traer refuerzos de afuera.
JULIO GRONDONA, muy cuestionado en estos tiempos por varios dirigentes de la máxima categoría, cuenta con el apoyo (casi) absoluto de los dirigentes del Ascenso, quienes en su mayoría coinciden con la visión del presidente de Liniers sobre el pope máximo de la A.F.A.
¿Qué les aconseja Julio Grondona a los dirigentes de la D?
-Que crezcamos como institución, porque mientras el esté, nuestra divisional va a estar. Cuando él se vaya, quizás la gente que lo suceda no tenga interés en el Ascenso. Es una cuestión de que los clubes vayan tomando estructura, y se está haciendo. Nos estamos preparando para que el día que no esté don Julio, la gente que venga note que hay una divisional que creció y va a seguir creciendo.
¿Qué es lo mejor que tiene Grondona?
-Es la capacidad para resolver temas complicados. Como pasó con la televisación; se dio cuenta de que se estaba poniendo un parche detrás de otro, entonces él propuso parar y buscar otra alternativa. Es un peleador del fútbol, la empresa que tenía el fútbol no entendió que esto no se arreglaba con 40 ó 50 millones de pesos más. No puede ser que de 50 clubes, 45 tengan problemas.
¿Y a los dirigentes no se les cuestiona nada en todo esto?
-(Responde instantáneamente) Cincuenta clubes con dirigentes malos no hay, el problema es otro, el problema es de fondo. Ahora creo que todos se van a sanear. Claro que, de ahora en más, tienen que hacer bien la cuenta.
¿Qué enseñanza te dejó Grondona dentro de la A.F.A.?
-Hay que ser humilde y demostrarlo. Uno el primer año en el comité se sentía “achicado”, y después se dio cuenta que se puede sentar al lado de (Germán) Lerche y (Carlos) Babington e intercambiar opiniones: me cuentan cuanto cobra un jugador, que es lo que ellos ven bien, que es lo que no... Julio (Grondona) cuando hace una pregunta te mira y te consulta: “¿Vos qué opinás?”. Yo me siento muy a gusto y partícipe de todo.
¿Qué le criticarías (a Grondona)?
-¿A julio? Yo no le puedo criticar nada, siempre me atendió bien y trató bien a la divisional. ¿Qué le podés criticar a una persona si te sentás en la mesa y levantás la mano como si fueras Boca o River y podés opinar? No tengo nada para criticarle.
¿Por qué lo votan siempre? Parece obligación...
-Lo votamos siempre porque es el que le da apoyo a la divisional. No nos bajaban la plata de la televisión, pero sí la policía, los árbitros, las pelotas, en forma gratuita, y además; algo de medicina. Aparte, uno en el comité ejecutivo tiene un voto como cualquiera: no está pintado.
Ahora: ¿El fútbol es del Gobierno o de la A.F.A.?
-El producto fútbol, es de la A.F.A.: es de los clubes. Lo tenga quien lo tenga; siempre va a valer, y cada vez más. Esta medida acertada del Gobierno puede llegar a hacer mucha diferencia, o no: No sabemos, porque siempre dudamos de la capacidad del Gobierno para algunas cosas; siempre pensamos que compra Aerolíneas y pierde dinero, que compra un ferrocarril y pierde dinero, que compra un subte y pierde dinero. Acá, puedo asegurar que no se va a perder dinero.
Si se televisa la A por canales abiertos, va a ser imposible tu idea de, a futuro, televisar algún partido de la D: excepto que se juegue a mitad de semana.
-La televisación va a llegar a todos los partidos. Además, el Ascenso tiene muchos seguidores. No sé si alguien se pondría a ver un partido de la D, pero sí un buen compilado de la fecha. No es muy caro: En algún momento alguien va a venir y lo va a hacer.

Publicado en la revista Ascenso CD de octubre (2009)

31 oct 2010

DT de Olé bajo el brazo

Temporada 2008/2009, Liniers comienza el torneo, una vez más como candidato a ascender a la C, conducido por Daniel Messina y reforzado con jugadores destacados de la divisional (Darío Schiavello, Lucas Tiedemann, Angel López, Gustavo Oyola y Walter Mastandrea, entre otros). La Topadora llega a la séptima fecha líder, donde cae ante Riestra (0-1) y Midland (0-3) sucesivamente, desde ahí no logra recuperarse pese a los insistentes cambios del DT, en el decimotercer capítulo del certamen sucumbe ante Claypole en el sur, que lo vence por 1 a 0 con un cabezazo de Walter Negreti (ex Liniers). El planteo mezquino y desacertado de Messina en ese match comenzó a sellar su suerte; “Esto no puede ser, el martes en la reunión de comisión directiva pido su cabeza, si quiere jugar así que dirija un equipo chico”, sentenció un importante directivo al finalizar el partido...
Con Daniel Messina, la relación había comenzado normal (Periodista – DT), hasta que los resultados se le empezaron a negar; hablaba de mala gana, no daba a conocer la formación del equipo el día anterior a los encuentros e incluso (más de una vez) me “recriminaba” por tal o cual cosa que había dicho o escrito, lo peor es que él no escuchaba ni leía, sino que le contaban, y como suele suceder en estos casos, le contaban mal (el PF estaba preocupado por lo que decíamos los periodistas, pero no se daba cuenta de que los rivales superaban físicamente al equipo en los últimos 20´ de juego).
El lunes me llaman  del Diario Olé (como acostumbra el diario deportivo con el Ascenso, se las rebusca para conseguir información, porque no tiene quienes se interesen en la materia; todo el mundo creé que ésto  sólo pasa por cubrir River y Boca) en busca de novedades; les brindé la información deportiva, y de la otra... Obvio ¿que iban a poner si sólo iban a destinar tres líneas para un equipo de la D? Que el mismo martes  en la reunión de CD le iban a poner fin al ciclo de Messina al frente del Celeste. El DT, se despidió del plantel esa misma mañana con el diario (Olé) debajo del brazo, aludiendo que yo era quien pasaba la información y que había una campaña en su contra. Hasta le dijo al presidente de Liniers (Osvaldo Loprete), que “David Tarantino tiene la culpa de ésto”.
Loprete ni siquiera me conocía, y de seguro, no iba a tomar una determinación, por publicación alguna.
Increíble, pero entendible; el ex técnico de Midland no le encontró la vuelta al asunto (por cuestiones personales, sin Carlos Marzoratti perdió a su mano derecha y, entre quienes lo rodeaban, al hombre que más conocía de la divisional)  y ante el fracaso, a alguien tenía que apuntar.
Después de perder 0-3 con Midland, escribí que poseía el mejor cuerpo técnico de la divisional (está todo el archivo en www.liniersenascenso.com.ar). Llegó a sacar del equipo a su goleador (Tiedemann) para darle lugar a Gonzalo Jiménez, que llegó al club sin pretemporada, y no logró conquistar ni un solo gol en la era Messina, un error que pagó el equipo en la cancha, y el grupo en su intimidad. En el encuentro de la Cuarta Fecha ante Lugano, sacó a un jugador antes de que culmine la primera etapa (Gustavo Oyola), algo que se tomó a mal incluso en el seno del mismo cuerpo técnico ¿tiene sentido hacer un cambio cuando faltan 2 minutos para que termine el primer tiempo? Sin embargo, preferí no mencionarlo, ni trasladarlo a la crónica del partido, porque creí que sería avivar a unos cuantos ante una situación que no debía salir de la intimidad del grupo. Fue un cambio que hizo mella anímicamente en el ex jugador de Ballester, que terminó perdiendo la titularidad, luego de llegar al club por la insistencia del mismo Messina, quien lo había convencido de que no vaya a otro equipo, porque con él sería titular.
Es sólo un cambio, la cuestión es que la modificación no la realizó alguien que no entiende de cuestiones psico-futbolísticas; Messina jugó en River, Vélez e incluso en alguna Selección juvenil de Menotti.
Los números no le daban (PD: 13, G6, E2 y P5) y el final se veía venir, pero pensar que después de ganar apenas uno de los últimos siete juegos de su ciclo su continuidad dependía de factores externos a lo futbolístico, es un despropósito.
Lo que más me llamó la atención, fue una afirmación del DT al consultarlo sobre si asistía a ver los encuentros de sus futuros rivales:
“Si algo me enseñó Angel Labruna (lo dirigió en River), es a respetar el trabajo de los demás, y si voy a ver a otros equipos, les estoy faltando el respeto a los otros entrenadores”.
-Pero estás dirigiendo Daniel, distinto sería que estés sin trabajo...
“Igual me parece una falta de respeto, para eso tengo a mis colaboradores”.
En el 2010, me imagino que debe ser muy difícil la tarea de entrenador, pero sin conocer a los rivales, más dificultosa aún.

6 sept 2010

Entrevista / Mauro Marrone

“LLEGAR A ALMIRANTE FUE EL PARAISO”
El mediocampista de Almirante Brown pasó (en doce meses de diferencia) de descender con Talleres de Escalada a dar la vuelta olímpica con el Aurinegro. Uno de los que más jugó (35 presencias) en el equipo de Giunta, habla del estilo contrapuesto del Loco al del Negro Rodríguez, la influencia de Bazán Vera en el campeón Metropolitano, incentivación, barras, y su deseo de continuar jugando en el equipo de Isidro Casanova.
¿Cómo fue el sin sabor de descender con Talleres?
-Lo peor que le puede pasar a uno en lo futbolístico es descender, si no tenés una buena contención se hace muy difícil, más que nada porque Talleres me dio muchas cosas. Yo tuve la suerte de tener a mi familia al lado y me contuvo mucho. Por eso creo que uno tiene que estar preparado y salir adelante con la contención de la familia; pero es un dolor muy fuerte.
A ustedes los perjudicó el promedio. ¿Cómo ves ese tema? ¿Pensás que es algo que ya se tendría que dejar de lado?
-La verdad que sí, porque es más práctico.. para mí el promedio es como un negocio... porque en el caso de Talleres, que nos tocó descender, nosotros teníamos que hacer una gran campaña, casi de campeón. Con el equipo que teníamos, y lo demostramos en el segundo semestre, no era justo irse al descenso. Habría que eliminar los promedios y que desciendan los últimos tres equipos, como en Europa.
De descender con Talleres a campeón con Almirante...
Sí, tuve esa suerte. La decisión que tomamos con mi familia de ir a Almirante fue la más acertada, y hoy estamos viendo los réditos porque, si bien había posibilidades de ir a otros equipos de Primera B, incluso a alguno de Nacional B, nos decidimos por Brown. Creo que fue la mejor decisión, más allá del resultado, luego de estar tantos años en un club que no venía bien económicamente y aguantándose un montón de cosas, pasar a Almirante fue el paraíso. No sólo por estar tranquilo en lo económico, sino porque encontré un club con aspiración de crecer constantemente, y eso a uno lo beneficia mucho.
Por “estilo de juego” ¿Fue un cambio muy grande pasar de ser dirigido por el Negro Ricardo Rodríguez a Blas Giunta?
-Quizás el Negro tiene una visión distinta de juego a la de Blas, pero creo que no se puede decir que una es mejor que la otra. Si vas a los resultados, obviamente vas a pensar que el estilo de Blas es el mejor; por salir campeón y por lo que ha conseguido, pero para mí no hay uno que sea mejor que el otro.
Pero son distintos...
-Sí, Blas tiene diferentes formas... para él primero es defender, mantener la línea y saber que en algún momento un gol vas a hacer, y el Negro es diferente; le gusta más jugar al fútbol, poniendo la pelota al piso, ir más al ataque, y eso también es vistoso. Uno se tiene que adaptar a lo que quiere el técnico y estar preparado para todas las circunstancias.
¿En cuánto a tu función en el campo de juego hubo mucha diferencia entre lo que te pidió uno y otro?
-La función quizás era la misma; la contención, buscar el equilibrio del equipo, distribuir bien la pelota, salir con el balón dominado en ciertos momentos, y en otros apretar o achicar las líneas. Aunque esta temporada la mayor cantidad de los partidos los jugué corrido a la derecha, y ahí Blas me pedía otras cosas, como llegar más al área rival, a lo que uno no estaba acostumbrado. Pero me adapté bien a lo que él me pidió.

GIUNTA había conformado un plantel que por nombres era candidato desde la fecha 1, pero el comienzo no fue auspicioso: recién en la 5ta jornada Almirante consiguió su primer triunfo y sus primeros goles en el Torneo (doblete de Ferrer para el 2-0 ante Acassuso).
No empezaron de la mejor manera ¿En qué momento pensaron que estaban para ascender?
-Creo que en todo momento. Cuando arrancamos mal, estaba la incertidumbre y el malestar de no poder ganar, de no haber empezado como uno quería, pero el grupo siempre estuvo tranquilo y siempre supo a lo que apuntaba. Cuando íbamos 12 puntos abajo, siempre decíamos que teníamos que buscar la gloria. Se había armado un plantel muy lindo en lo humano y también muy bueno en lo futbolístico. A eso había que agregarle esa convicción, ese empuje que le impuso Blas, y ahí creo que empezamos a confiar en nosotros. Entonces se fue fomentando esa mística de ir a ganar en todas las canchas.
Cuando veían que Sarmiento iba dejando puntos en el camino ¿Cuál fue el partido en el que dijeron: “no se nos puede escapar el torneo”?
-Cuando le ganamos a Temperley en su cancha. Habíamos empatado con Estudiantes en Casanova y todos pensaron que estábamos tambaleando y que Sarmiento ya era el campeón. Después de ganar ese partido, nos sentíamos enteros para alcanzar el objetivo. Lo demostramos ganándole a Central Córdoba dando vuelta un 0-2, y después a Comunicaciones que es un rival muy duro.
¿Central Córdoba los sorprendió o el tema de la incentivación es algo que el jugador de fútbol lo tiene asumido y sabe con qué se va a encontrar en una instancia definitoria?
-Con Temperley, Estudiantes, Central Córdoba... Nosotros sabíamos que la incentivación iba a estar, caía de maduro, porque Sarmiento no estaba seguro de los puntos que podía sumar y tenía que apostar a nuestros rivales. Entonces uno sabía con lo que se iba a encontrar. No me sorprendió. Obviamente ellos iban a jugar por su prestigio, pero también por el dinero que les habían ofrecido.

“CON ESTOS MUCHACHOS voy a jugar en la A” (textual de Blas Giunta tras vencer a Atlanta en la última fecha, conseguir su segundo ascenso en el club y entrar en la lista de candidatos a dirigir Boca)
¿Cuándo lo escuchaste qué sentiste?
-Una emoción terrible, uno sigue viendo recortes de diarios, fotos... Y todavía no cae. Y que un técnico tan reconocido, un ídolo de Boca como lo es Blas, que elogie al plantel de esa manera es una satisfacción enorme. Lo que uno más puede esperar de un técnico es que te elogie y que se la juegue por vos, y creo que Blas lo hizo y por suerte todos juntos conseguimos lo mejor.
En el entretiempo del partido con Atlanta (Almirante empataba, mientras Sarmiento igualaba ante Flandria y se quedaba con el primer lugar) ¿Qué les dijo Giunta?
-Ya del principio nos había dicho que dependíamos de nosotros, que sabía que Dios nos iba a dar una oportunidad, que la teníamos que aprovechar, y así fue. En todo el campeonato él apostó siempre a nosotros, nos daba mucha confianza. Y en el entretiempo nos expresó que estemos tranquilos, que si nosotros ganábamos, el campeonato era nuestro. En ningún momento nos dijo el resultado de Sarmiento. Nos pidió que confiemos en nosotros, que estemos tranquilos, pero que siguiéramos con esa firmeza que lo íbamos a ganar y por suerte así se dio.
¿Y cuando Daniel (Bazán Vera) falló el penal, que se te cruzó por la mente?
-Cuando él erra el penal en seguida mira para atrás como pidiendo perdón. Igual estábamos tranquilos porque sabíamos que si no la metía Dani (Bazán Vera) otro lo iba a hacer. Por suerte lo hizo él y tuvo su revancha. Uno no se preocupó, pero si sintió el temor y pensó: “Que chance que perdimos”. Pero sabíamos que el partido lo íbamos a ganar, por la convicción que tenía el grupo y por el compañerismo que había dentro de la cancha.
Bazán Vera es uno de los referentes máximos ¿Después de Giunta es el que más habla?
-Sí. Yo recuerdo patente después del partido que perdimos en la cancha de Español, al otro día entrenamos, y después de hacer el regenerativo, Daniel nos habló a todos y nos dijo que no nos creamos que somos el Manchester ni que tampoco éramos el peor equipo, sino 11 leones que entrábamos a la cancha y teníamos que demostrarlo. Que con la llegada de Román (Díaz) se había creado una gran expectativa y que nosotros teníamos que seguir en la nuestra, no nos teníamos que desviar del camino, y así fue. La tranquilidad que transmitían tanto la cabeza del grupo (Giunta) como el capitán (Bazán Vera) fueron fundamentales para conseguir el ascenso.
¿Creés que pueden repetir una campaña como la última que hizo Almirante en la B Nacional, terminando en puestos de Promoción (pese a descender por la quita de 18 puntos)?
-Ojalá se pueda, va a ser difícil porque son muchos viajes, la mayoría de los equipos son del interior y hay que viajar cada 15 días. Entonces va a ser muy importante tener la cabeza fría y tranquila como en la temporada que pasó y confiar en todos, porque para que uno salga campeón tienen que estar bien las cuatro patas de la mesa; la dirigencia, el cuerpo técnico, los jugadores y la hinchada. Y éste club ha demostrado que está bien y ojalá que siga así. Y si hacemos una campaña similar a la que hizo Almirante en su último pasó por la categoría, vamos a poder pelear por un ascenso a la A como lo pudo hacer All Boys. Esa será nuestra meta.
Los conflictos que hay entre la misma parcialidad Mirasol o episodios como el ocurrido con Román Díaz que -tras discutir luego del empate ante Defensores de Belgrano- inclusive, llegó a mostrarles un arma a los barras luego de un entrenamiento ¿Cuánto repercuten estos hechos en un jugador?
-Bastante, más que nada por el miedo que hay, no sólo en el fútbol sino en la calle. Entonces uno que está en su lugar de trabajo y está tranquilo, ve peleas o cosas que van pasando dentro de su ambiente laboral y empieza a tener temor de lo que puede llegar a pasar.
¿Entonces?
-Es fundamental tener armonía en lo laboral. Si uno la tiene, va a trabajar con más ganas, va a trabajar mejor, y las cosas van a salir bien. Es muy importante que tanto los dirigentes, como la gente del mismo club esté tranquila y apoye como lo hizo en todo momento en este año. Quizá hubo un encontronazo en algún momento pero nada más, no pasó a mayores. Con el empuje de la gente, y el profesionalismo de todo el plantel se veía que íbamos a conseguir cosas importantes.
¿Cuánto tiempo de contrato te queda con Almirante?
-Cuatro años...
¿Tu objetivo es permanecer en el club?
-Sí, obviamente estamos esperando qué decide el cuerpo técnico y la dirigencia. Si uno va a seguir en el club o debe tomar otro rumbo. Pero mi idea es seguir, y ojalá que hagamos la misma campaña o mejor que en la B Metro, para tener la posibilidad de jugar en Primera A que es lo que todo jugador ansía.
¿Y con Almirante lo ves factible?
-Sin dudas, uno siempre aspira a más, y quiere seguir en el club para continuar creciendo.

Publicado en la revista Aquí Ascenso de agosto (2010)

30 abr 2010

Entrevista / Cristian Aldirico

“JUGANDO EN LYNCH ME SIENTO COMO EN MI CASA”
El técnico que dejó su sello marcado a fuego en el Furgón con el primer ascenso de la historia de la institución de Villa Lynch, habla de la campaña de su equipo, de lo que pasó y de lo que va a venir.
Respetó su idea de juego aún cuando los resultados no eran los mejores, y tuvo su premio: lo espera la Primera C.
¿En qué se basó este éxito deportivo de la U.A.I. Urquiza?
-Primero en el orden: fuimos ordenados durante todo el año. Cada uno ocupó su lugar y el equipo por momentos jugó mejor que los rivales, y en otros fue más inteligente que sus adversarios.
¿Dudaste cuando los dirigentes de la U.A.I. te llamaron para ofrecerte el cargo? Era F.C. Urquiza, muy complicado con el promedio y había que armar todo de cero...
-Era un riesgo, sobre todo porque había otras propuestas de trabajo. Pero confiamos en la gente que nos llamó, los jugadores confiaron en nosotros, y terminó todo de la mejor manera.
¿Qué significa este logro en tu carrera?
-No sé si el éxito es tan importante. Lo más importante de todo son las relaciones humanas para mí, por supuesto que me pone contento ganar, sobre todo cuando veo a la gente que está alrededor del plantel y a los jugadores tan felices, pero me parece que el éxito pasa por otra cosa: por ser honesto, por laburar con pasión, por el compromiso diario, por un montón de cosas que lamentablemente se están perdiendo en este ambiente.
¿Cuán importante fue contar con un cuerpo técnico tan numeroso? (15 integrantes con el DT incluido)
-Tenemos mucha gente a disposición del plantel. Sobre todo buena gente, después la capacidad se puede discutir, si haremos bien o mal las cosas, pero hay muchas buenas personas alrededor de los jugadores para que ellos se sientan contenidos, porque el verdadero protagonista de todo esto es el jugador de fútbol.
¿Qué nombres del actual plantel vas a poner en la lista de imprescindibles?
-No puedo dar un listado porque no lo hablé con ellos, se va a quedar un grupo importante; porque lo merece y creemos que puede jugar en una categoría superior. Algunos se van a tener que ir... Es una tristeza inmensa para mí dar un nombre cuando tenga que hablar con ellos. Han dejado todo, han sido muy honestos y eso es lo más importante: disfrutamos juntos del trayecto, de cada día, de cada entrenamiento, de cada partido, y eso no tiene valor.
¿Cómo ves el torneo que se viene en la C?
-Va a ser muy complicado, muy duro. Con este mismo orden, con mejor trabajo y con los refuerzos adecuados, podemos aspirar primero a sacar los puntos para salvarnos del descenso y no tener ningún problema, y después buscar el Reducido si se puede, y una vez que estás adentro del mismo quién te quita la esperanza de pelearlo hasta el final.
¿Y sos optimista?
Hay que ser concientes de que va a ser un torneo muy complicado y estamos hablando de un equipo que recién va a debutar en la categoría, que no tiene antecedentes, que tiene mucha infraestructura atrás pero no tiene historia. En algún momento vamos a tener que pagar el derecho de piso y estar preparados para eso.
¿Va a ser fundamental conservar la localía en Lynch?
-Sí, a mí me gusta mucho nuestra cancha, me gusta mucho jugar ahí. Si podemos conservar la localía y mejorar un poquito el piso nosotros vamos a ser muy duros, hace mucho que no perdemos en casa (13 de octubre de 2009: 0-1 ante Argentino de Quilmes por la novena fecha del reciente torneo). Por ahí nos cuesta un poquito elaborar el fútbol que jugamos en otras canchas, pero yo me siento en mi casa: el vestuario, el lugar, el entorno, la cancha, es un lugar que a mí me hace sentir muy cómodo y a los jugadores también.
El equipo indudablemente tuvo tu sello ¿te dejó conforme “de punta a punta”?
-Me hizo muy feliz, trató muy bien la pelota, fue un equipo que intentó jugar al fútbol en todo momento, que por momentos lo logró y por momentos no. Pero nunca dejó de atacar, nunca dejó de ir al frente. Fuimos superados por momentos, pero eso no hizo que tengamos miedos: tiene que ver la forma en que manejamos la situación y por el respaldo que tuvimos.
Mariano Panno fue uno de los primeros refuerzos que pediste, seguramente esperabas un buen rendimiento de él ¿te sorprendió esta explosión, con tan buen nivel y goles (24 y Top Scorer del torneo)?
-Realmente esperaba que sea importante en la campaña, pero no esperaba tantos goles. Lo disfrutamos mucho, todos los goles fueron importantes: Mariano fue la concreción de algo que se gestó desde el fondo. Este equipo trató la pelota muy bien desde la línea de los defensores. Todo el plantel hizo un gran esfuerzo. Va a ser una tristeza no poder estar con todos en la próxima temporada, pero son las cosas del fútbol y este momento que vivimos fue único. Podemos volver a vivirlo en otra categoría, en otro momento, pero fue único.
Yupanqui en un momento sacó una ventaja considerable sobre ustedes (nueve puntos) y se quedó en la puerta ¿Qué le dirías a los jugadores del Trapero en este momento?
-Yo como jugador tuve la suerte de ganar y perder finales, y ganar y perder torneos. Cuando vos perdés no encontrás ninguna clase de consuelo en nada, pero tenés que pensar una cosa; son 18 equipos, tuviste la posibilidad de pelear el torneo, estuviste arriba de 16, hiciste las cosas bien... Cada uno con su identidad futbolística, pero creo que fueron un muy buen equipo de fútbol, que se armó como nosotros para sacar puntos por el descenso. No le alcanzó porque encontraron un equipo mínimamente superior enfrente.
¿Con qué porcentaje del campeonato se quedaron con ese empate sobre la hora ante ellos?
-Fue muy importante ese empate desde lo anímico, un punto no era muy importante para nosotros. Sí mantuvimos la ventaja en cuanto a que no nos pudieron ganar. Pero éste no era un equipo que mostraba temple, era un equipo que mostraba más juego que otra cosa. Ante Yupanqui mostró temple, y necesitás un poco de cada cosa para ser campeón.

Publicado en la revista Aquí Ascenso de Mayo (2010)

9 abr 2010

Multiple Choice

Facundo Piacenza
(Sportivo Desamparados de San Juan - TAA)
El habilidoso delantero del verdinegro sanjuanino muestra sus preferencias y simpatías futbolísticas.
Piacenza, ex Atlas, Argentino de Quilmes y Midland, pero fana de River, disfruta de su presente en Desamparados, por el Torneo Argentino A. Un certamen largo y complicado, en el que el conjunto dirigido por Ricardo Dillon sigue con expectativas de llevarse toda la gloria.

1) Nunca jugaría en:
A) Ituzaingó.
B) Leandro N. Alem.
C) Quilmes A.C.
Respuesta: A

2) En lo que resta del año futbolístico prefiero:
A) A River campeón del Apertura.
B) A Argentina campeón Mundial.
C) A Sportivo Desamparados jugando en la B Nacional.
Respuesta: C

3) San Juan es una Ciudad:
A) En la que me quedaría a vivir.
B) Demasiado tranquila, y me hace extrañar el vértigo de Buenos Aires.
C) Hermosa, a la cual pienso volver seguido cuando se termine mi etapa de jugador.
Respuesta: C

4) ¿Cómo le irá a la Selección Argentina en el Mundial?
A) Quedará eliminada en la Primera Fase.
B) Llegará al menos a Octavos o Cuartos de final.
C) Estará entre las cuatro mejores Selecciones.
Respuesta: C

5) Considero que hoy soy un jugador:
A) Al que le queda mucho por aprender.
B) Muy distinto a aquél que debutó en la Primera de Atlas, mucho más profesional.
C) Consolidado.
Respuesta: A

Publicado en la revista Aquí Ascenso de Mayo (2010)

24 mar 2010

Charla técnica

Un lujo, y otro gusto que me pude dar gracias a esta profesión. Vivir desde adentro una charla técnica de un equipo que compite en A.F.A.
En el estadio de Liniers, donde Lugano actuaba como local mientras terminaba de reacondicionar su cancha, el entonces técnico del Naranja, Sergio Micieli, tuvo la gentileza de permitirme estar “ahí” y vivir la previa del juego ante Central Ballester “desde adentro”.

PRESION Y PASES CORTOS

Faltan poco menos de 60 minutos para que Lugano pise el verde césped del estadio Juan Antonio Arias, donde -oficiando de local- se medirá ante Central Ballester, por la quinta jornada del torneo de Primera D (Temporada 2009/2010). Sergio Micieli, el técnico del local, observa como su ayudante de campo, Juan Zuccala, termina de completar las columnas que le corresponden al team de Tapiales en la planilla oficial del partido. Ezequiel Monzón, el número 18, es el último del inventario.
Ahora sí, Micieli cruza la puerta del vestuario, y al entrar, alcanza con un “bueno chicos, ya está”, para que los parlantes del radiograbador que reposa sobre una silla de madera, dejen de disparar un furioso reggaetón.
El DT, rodeado de su ayudante de campo y los jugadores del Naranja, toma el “machete táctico” confeccionado por tres hojas y comienza a repasarlo, con las jugadas de balón quieto a favor del rival como primer ítem: “Barrera al costado del lado derecho: Ángel Rodríguez y Leonel Ybarra. Carlos Torres; hombre poste”. Luego indica como se deben repartir defensivamente sus jugadores en los corners rivales, y en las jugadas de pelota parada a favor, marca dos apellidos como dueños de la situación: “Rodríguez y Sergio Ríos”.
Distinto es en los penales, donde el ex conductor de Yupanqui, delega la responsabilidad en Alejandro Olmos y Torres, en ese orden.
Refresca un par de jugadas preparadas, sin acudir a la pizarra que, lejos de estar plagada de flechitas, disfruta de un blanco envidiable, sólo invadido por una frase impresa con fibrón negro: “Valorar el momento. Disfrutar el partido. Éxitos”.
Tras perder el invicto en el torneo (y en la valla) en el estadio de Claypole, Micieli sabe que éste es el partido a ganar para enfilarse hacía los primeros puestos y empezar a marcar tendencias: “Hoy no tenemos excusas, la cancha está buena, entonces podemos jugar por abajo. Más allá de que hoy tenemos que ganar como sea; no vamos a cambiar la idea de juego que tenemos”.
Y pidió: “Pensemos en los que se quedan en el banco, y también en los que se quedaron afuera de los 18. Es un privilegio estar dentro de los once. Entonces eso no lo tenemos que sufrir, si no disfrutarlo”.
Devoto de Marcelo Bielsa, exigió: “Orden, salir por los costados, usar el ancho de la cancha. Si tenemos que tirar un pelotazo, tiene que ser a las espaldas de los defensores; que no quede corto porque es una cancha chica. Si tenemos que tocar hacia atrás, lo hacemos. Cuanto más control de la pelota tengamos; más posibilidades tendremos de ganar el partido”.
Claro que si hablamos de Bielsa, en su Biblia no nos podemos saltear el versículo de la presión, el mayor cometido de sus equipos: “Presionemos arriba, hagámonos dueños del balón y del partido hasta que los metamos abajo del arco. Tengamos movilidad”. Y siguió exponiendo lo que quería de sus jugadores: “Vamos a tomarnos el tiempo necesario. Ser un equipo equilibrado, hay que tener equilibrio en la cancha. Hay que tener la mente fría en los momentos decisivos; para eso estamos preparados”.
El juvenil Matías Basualdo, sentado entre Ezequiel Monzón y el arquero Mario Gauna, debuta como titular y será el único que tendrá palabras dedicadas en exclusividad: “Ya jugaste en Primera, hoy te toca de entrada: aprovechala, que no te pese, todos te van a respaldar”. El delantero asintió con la cabeza y mirando a su alrededor con los ojos llenos de ansiedad, como imaginándose lo que vendría.
Tras casi diez minutos de charla técnica, la concentración y atención de los dirigidos por Micieli es asombrosa, sus camisetas aguardan con un naranja brillante como si fuese un día de abril. Mientras, el DT ajusta las últimas tuercas del motor motivacional: “Yo confío en ustedes y en todo el grupo. Tenemos que salir a buscar este partido, si no podemos con fútbol muchachos, de última tenemos que ganar como sea. Pero este partido lo tenemos que sacar, no queda otra. No me puedo traicionar y decir ‘no juguemos’, pero a veces hay que entender que hay partidos en los que hay que ganar, y hoy es clave ganar este encuentro e ir a buscarlo con todas nuestras fuerzas”. Señaló convencido, y convenciendo.
Y con la pregunta que tenía respuesta cantada, cerró la charla: “¿Hoy vamos a ganar carajo? ¿sí o no?”. La respuesta, tan gritada como cantada, sonó más fuerte que el reggaetón que precedió a Micieli, y sus players cumplieron: 3 - 0 a Ballester, con dos goles de Matías Basualdo y uno de Alejandro Olmos.

Publicado en la revista Ascenso CD de octubre (2009)

3 dic 2009

Mano a mano con Caruso Lombardi (16/06/2.009)

El por entonces DT de Racing, venía de vencer categóricamente a Boca (3-0), y el ex Presidente Néstor Kirchner cumplió con su promesa en la previa del  clásico: "Si le ganan a Boca le regalo dos plasmas de 42´´ al plantel". Claro que en el medio, Caruso "negoció" para que en vez de dos LCD de 42´´, fuesen cuatro de 32´´.
Kirchner llegó para entregar personalmente el premio, cuando la práctica casi finalizaba. Luego, Lombardi sorteó los cuatro LCD en el vestuario (beneficiados: José Chatruc, Rúben Ramírez, Lucas Aveldaño y Claudio Yacob), y pasó a dar otra de tantas conferencias de prensa con bastante picante. Después sí, el mano a mano... para el  I.S.Pe.D.

“DEGO FUE MI GRAN MENTOR”
El técnico de la Academia asegura que Maradona fue el responsable directo de su arribo a Primera división. Señala que a la Argentina le falta jugar mejor, pero que a Diego lo ve firme en su cargo. ¿Messi? “En la Selección tendría que ser suplente”, afirma. Y sobre sus colegas, sentencia: “El que me quiera ver mal, se va a poner peor”.

Hombre del fútbol del Ascenso, Caruso Lombardi escaló a Primera tras dirigir casi una decena de equipos entre la B Nacional y la B Metropolitana, a través de 12 temporadas. Lejos de vacilar, pisó firme el suelo del máximo escalón del fútbol argentino, donde ni bien se presentó afirmó: “Para el que conoce el Ascenso, dirigir en Primera es una risa”.



¿Por qué dijiste que la Primera es “una risa”?
-Porque tenés un montón de cosas con las que no contás en el Ascenso. Tenés de todo, no te falta nada: es otro mundo, no tiene nada que ver con el Ascenso.

¿Cuánto influyó Diego Maradona en este presente tuyo?
-Muchísimo, porque fue el que me empujó a Argentinos Juniors. En el momento en que me encontró me dijo: “Vos tenés que dirigir en Primera”.

¿Y después?
-Me dio impulso, habló con la gente de Argentinos y ellos me contrataron. No tengo más que agradecimiento hacia él, porque fue el gran mentor de que yo esté dirigiendo en la Primera división.

Cuándo estaba candente la designación del ayudante de campo de Diego (Maradona) ¿te ilusionaste con formar parte del cuerpo técnico de la Selección?
-No. Porque estoy metido en ser entrenador, estoy acostumbrado a manejar los planteles yo solo. Y ser ayudante no es fácil. Ahora, siendo la Selección, se tendría que hablar. Pero nunca se me cruzó por la cabeza.

¿Y a Diego cómo lo ves como técnico?
-Bien, hay que darle tiempo, tiene que encontrar algunos resultados. Creo que al grupo lo va a manejar bien. Falta que jueguen mejor, nada más. Pero después creo que lo tiene todo y el respeto hacía él por parte de los jugadores, es muy grande.

Se vienen Brasil y Paraguay ¿Caruso Lombardi técnico de Argentina, cómo les jugaría?
-No sé, todo depende de los rivales, los jugadores que citen y como se paren tácticamente. Según el rival es cómo le juego, no te puedo decir algo en especial porque vos tenés que analizar cada adversario que enfrentás. Yo cambio mucho en base al rival que tengo, entonces no puedo opinar demasiado del tema.

¿Seguís pensando como señalaste a principio de éste año, que Messi tiene que ser suplente en la Selección?
-Sí, en las eliminatorias sigo pensando lo mismo, en el Mundial es otra cosa. Contra Ecuador yo lo hubiera puesto en el segundo tiempo, porque ya venía cansado del partido anterior, y “fresco” hubiera hecho la diferencia. Es el único jugador desequilibrante que tiene Argentina.

Para muchos mediático, Caruso posee su propio sitio web, diseñado por sus fans (www.carusolombardi.com.ar) donde se le da la bienvenida a los visitantes con el anuncio: “El blog donde vas a encontrar toda la data del más picante de los técnicos argentinos”. Y se pueden ver varios videos del “Milagroso Caruso”, tal como lo describen al carismático técnico. Claro, sacó de la palestra al primer campeón mundial argentino a nivel clubes. 
Logro que no todos recibieron con alegría.

¿Que hayan evitado la promoción creés que fue una “mala noticia” para muchos técnicos?
-Y sí, puede ser. Pero bueno, no me importa. El que me quiere ver mal se va a poner peor, así que no me molesta. Yo no le deseo el mal a nadie. Por mí, los técnicos que anden todos bien.

¿Lo que lograste con Racing tuvo dedicatoria especial para alguno de ellos?
-(Se pone serio) Son de mi gremio, son de mi palo, y bueno... no todos pueden tener buena campaña porque lamentablemente en el fútbol unos ganan y otros pierden, pero jamás le voy a desear el mal a un colega, a un compañero de trabajo, porque no tiene sentido. El que desea que a mí me vaya mal, va a ser su problema.

Racing zafó de descender por segunda vez en la historia y Caruso ya planea otro espectro para el futuro: “Salimos de una situación muy incómoda y ahora la idea es pelear el campeonato. Nos estamos armando para conseguirlo”.

Publicado en: http://periodismodeportivo.com/wp/

21 oct 2009

La primera crónica de un partido para una página web

Abril de 2008: Riestra 2 - Liniers 2
La Topadora peleaba el campeonato con el C.A.D.U. de Osvaldo Diez (DT) y Javier Velázquez (goleador letal, hoy en Racing Club de Avellaneda). Finalmente fue el conjunto de Zárate el campeón de la divisional.

UN PASO ATRAS
Luego de la derrota sufrida ante Berazategui, Liniers sabía que la única chance que le quedaba para alcanzar el objetivo (el campeonato) era hacer “cartón lleno” ganando los 24 puntos que restaban por delante y esperando algún que otro traspié de Defensores Unidos, por eso este empate en dos goles deja un sabor amargo.
La Topadora presentó un equipo con más recaudos que en anteriores presentaciones, parando cuatro defensores, tres volantes, un enganche y dos puntas, pero su funcionamiento colectivo no cambió en demasía. Si bien a los 3' ya ganaba 1 a 0 con una volea inatajable de Silvio Fuentes desde afuera del área, no supo manejar el partido y entró en el ritmo que le propuso su rival, que recién a los 39´ logró llevar peligro al arco defendido por Marcos Fernández y consiguió el empate con una certera definición de Darío Sánchez, que había recibido una magistral asistencia del ex Liniers, Matías Fleitas. El equipo de Quercia respondió inmediatamente y casi se va al entretiempo en ventaja, luego de un tiro de esquina ejecutado por Fuentes que pegó en el travesaño tras un mal despeje de la defensa local.
A los 3' de la etapa complementaria los dirigidos por Gabriel Pérez Serra se encontraron con una inmerecida ventaja, con el gol de Adrián Solonyczny, que se anticipó a todos para conectar de cabeza el tiro libre enviado por Matías Fleitas y poner el 2 a 1 para los locales, que continuaron con su planteo mezquino y al margen de algunos remates esporádicos de media y larga distancia, no hicieron nada para justificar su ventaja parcial.
Liniers siguió tomando decisiones apresuradas con el balón y se enredó en su propia incapacidad ofensiva. Aunque desde el banco llegaron los cambios, primero ingresó Fernando Cáceres para intentar crear juego en el medio campo, desde ese momento el equipo defendió con tres, y luego entró Walter Negreti para jugar con tres delanteros bien definidos (junto a Sánchez y Bianchi) no pudo torcer el desarrollo del cotejo y el gol de Negreti en el tercer minuto de descuento solo quedó para la estadística, porque en estas instancias perder o empatar da lo mismo.
Tras esta igualdad, Liniers queda a 7 unidades de los Zarateños cuando solo quedan 18 puntos por jugarse. Si bien el líder del torneo tiene más de un cotejo complicado de aquí al final (entre ellos Argentino de Quilmes y Midland, ambos en condición de visitante) el principal rival del equipo de Sebastián Quercia es el propio Liniers, que desde hace varios encuentros se viene mostrando falto de ideas claras y resolutivas, tanto dentro como fuera del campo de juego.

Publicado en www.liniersenascenso.com.ar

10 oct 2009

Entrevista Cristian Campestrini

"NO CREO QUE EL PENAL QUE FALLE ANTE INSTITUTO MARQUE MI CARRERA"
Cristian Campestrini, el símbolo de Almirante Brown, repasa sus dos años en la institución de Isidro Casanova, resalta su campaña y remarca: “Con 59 puntos, nadie pelea el descenso”. Y aunque su nombre suena como posible refuerzo, en varios equipos grandes de la primera división del fútbol argentino, no se la cree: “Yo no soy arquero, juego de arquero”.
CAMPE, como lo llaman sus amigos, integró en Rosario Central, aquel equipo dirigido por el Patón Bauza, que se quedó en la puerta de la final de la Copa Libertadores 2001. Con sólo 20 años, vivió todos los partidos del torneo continental desde el banco, y si bien jugó algunos cotejos del torneo local, decidió irse (en busca de mayor continuidad) a Argentino de Rosario, en la Primera B. Logró su objetivo y después de un muy buen año pasó a Ferro Carril Oeste. Luego, tras tener un gran nivel en Tigre, llegó a Almirante Brown, donde ascendió a la B Nacional y, aunque su equipo volvió a la B Metropolitana (el descuento de puntos lo condenó), es ídolo.
¿Qué balance hacés de estos dos años en Brown?
-Fueron increíbles, porqué en el primer semestre quedamos ahí de ser Campeones, y en el segundo lo pudimos lograr. Después, la temporada de la B Nacional fue formidable, porqué salimos terceros. Hoy estaríamos jugando la promoción con un equipo de Primera, nos toca perder la categoría por la quita de puntos.
¿Psicológicamente, cuánto influyó el descuento de puntos para hacer ésta campaña?
-Y… capáz que si empezábamos con cero puntos, no hacíamos la misma campaña, porque es la realidad. Sería un mentiroso si dijera: “Si no nos sacaban los 18 puntos podíamos ascender a la A”. Capáz que hacíamos 20 puntos, cuando uno sabe que con 40 ya se queda en la categoría. Pero se siente, el futbolista juega siempre con eso. Nosotros ganamos 15 partidos en la B Nacional y no pudimos festejar ninguno porque teníamos que sumar. Que quedaban 15, menos 12, menos 10, hasta llegar a cero. Mientras los demás equipos ya estaban sumando hacía tres meses.
Con lo que hicieron este año. Si mantenían la categoría, no era descabellado creer que en un futuro no muy lejano, Almirante pelearía por un ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino. Con este descenso, ¿pensás que se perdió todo ese trabajo?
-Para mí la palabra descenso es fea, perdimos la categoría porque la A.F.A. nos quitó 18 unidades. Con 59 puntos, ningún equipo está peleando el descenso. Ben Hur con 38, estuvo luchando hasta lo último. El Brown no armó un plantel, ni hizo una campaña para decir: “Que muertos estos jugadores. Hicieron 59 puntos y se fueron al descenso”.
Pero descendieron.
-Lamentablemente pasó esto de los puntos, sabíamos que era difícil. Pero ver las burlas y las risas de todos cuando Almirante se presentó en la B Nacional, nos dio muchísima fuerza para afrontar el desafío y llegar a la última fecha con chances.
“Súper Campestrini”, como lo describe una bandera presente en cada partido que se vive en Isidro Casanova (en la que su imagen lleva una capa similar a la de Superman), le puso un candado irrompible al arco de la Fragata. Sus números son impactantes; en sus dos años en el conjunto aurinegro, jugó 81 de los 82 cotejos que disputó su equipo. Ganó 42, empató 24 y perdió 15, recibiendo sólo 52 goles y manteniendo su valla invicta en 46 ocasiones. Además, atajó dos penales. En ese lapso sólo sufrió una expulsión. Tal vez, la única mancha en su paso por el Mirasol, sea el penal que (14 días atrás) le atajó Diego Pozo, arquero de Instituto, rival directo en la lucha por no descender.
Lo único que te faltó en Almirante fue hacer un gol, ¿por eso pediste patear el penal contra Instituto?
-No, yo siempre dije que los goles no importa quien los haga. Lo principal era que se beneficiara Almirante, pero ese día estaba con mucha fe, confiado. No la agarré bien y terminó atajándola el arquero, pero yo no buscaba ni hacer mi primer gol en Almirante, ni mi beneficio. Al contrario, sino el del equipo.
¿Ese penal pudo haber marcado tu carrera negativamente?
-No, para nada, uno lo siente en el alma por todo lo que veníamos luchando. Pero si pienso en negativo, me tengo que tirar en el Paraná con una bolsa de cemento atada a los pies. Sí duele, se vio cuando terminó el partido, la impotencia, el llanto.
¿Fue lo peor que viviste en tu carrera?
-Había errado un penal jugando para Tigre, contra Belgrano y lo sentí. Pero realmente el penal de Almirante me dolió mucho más. Estábamos con toda la fe de que lo podíamos ganar, y yo de que podía romper el arco. Después, que se te caiga todo eso, se te desmorona todo… son obstáculos que uno tiene que superar, fue un trago amargo.
¿Tu ciclo en Almirante está cumplido?
-Yo no descarto nada, pero no creo que siga en el club. Pero si tengo que seguir atajando en la Primera B, lo haré porque es mi trabajo.
Tu nombre está en la lista de refuerzos de varios clubes: River, Vélez, Huracán, Central. Si viene tu representante (Jorge Syterszpiller) y te pregunta “¿dónde querés ir?”. ¿Qué le respondés?
-Lo mejor que venga. Uno no puede darse el lujo de decir: “me gustaría acá, me gustaría allá”. Lo que salga. Siempre y cuando mi representante y el club estén de acuerdo. Uno ataja en cualquier lado, cual sea el equipo, voy a tener que ir y seguir dando todo, como hasta ahora.
Pero elegí uno.
-Son clubes importantísimos, hermosos. Cualquier jugador siempre sueña con estar ahí, pero es lo que Dios disponga y uno va a estar felíz siempre donde esté, agradecido al club por darle trabajo, más en clubes así como los que vos nombrás, uno tiene que estar agradecido.
¿Sos conciente de que si mantenés en Primera el nivel que venís mostrando en el Ascenso la Selección no te va a quedar muy lejos?
-Uno trata de brindarse, de mejorar muchísimas cosas, porque yo en mi caso no soy arquero.
¿Cómo que no?
-Juego de arquero. Arqueros son los tipos que ya han jugado muchas cosas, como Navarro Montoya por ejemplo, esos son arqueros. Uno juega de arquero y día a día trata de mejorar cositas, ir puliendo detalles. Lo principal ahora será estar en un club y adaptarse a lo que venga.
¿Y qué es lo que viene?
- Tendría que regresar a Tigre (dueño de su pase), pero el martes Almirante va a hacer uso de la opción. Ahí nos reuniremos con Syterszpiller y veremos la situación. Mientras tanto, sólo estoy esperando para saber que va a pasar.

Para 2do año del I.S.Pe.D. (Julio de 2008)

Nota color

LA PASION NO DESCIENDE
Almirante Brown obligado a ganar para no descender a la Primera B Metropolitana, recibía a Chacarita. La hinchada, ese fenómeno alguna vez descripto por Jorge Valdano como “un monstruo de mil cabezas”, rebalsa la tribuna popular: “Ho, el Brown no se va...” entona durante gran parte del juego, al principio como una imposición, más tarde como una súplica. En la platea, un muchacho de unos 25 años, indumentaria íntegramente aurinegra. Rostro tapado por una barba estilo Che Guevara. Pelo corto con pronunciadas entradas, cual Abel Balbo o Bernie Romeo. Acompañado de su novia, algo así como una Cindy Crawford argentina (lunar sobre el lado derecho del labio incluido), se suma a la ovación que la multitud le ofrenda a Cristian Campestrini, ídolo de la Fragata: “Olé, olé, olé, olé... Campe, Campe...”.
Con el encuentro en marcha, da más indicaciones que el mismísimo Blas Giunta. Pide que Basualdo se mueva más, porque la pelota no le llega a los delanteros. Que abran la cancha con Verón y Deláguila. Que prueben de media distancia. Se enoja con el árbitro, Carlos Maglio, cada vez que éste marca una infracción a favor del equipo que dirige Pedro Monzón.
Termina el primer tiempo y por primera vez, desde que empezó el partido, se sienta y abraza a su chica, sin pronunciar palabra alguna, se miran y, con un silencio casi premonitorio, se dicen todo. Sonríen cuando un encargado de seguridad, retira del campo a un canino que rondó el área más veces que los delanteros del aburrido cotejo que se disputa en la tarde de Isidro Casanova. Empieza el segundo tiempo y se enoja con Giunta cuando lo saca a Verón. Le pide que lo reemplace a Demus y, minutos después, Blas le da el gusto y cambia a Pérez por el ex Almagro. Posteriormente, con la inclusión de Varaldo, planifica la maniobra ofensiva que (pretende) le dé el gol, el triunfo, los tres puntos y la salvación a su equipo: “Ahora sí, que desborde Pérez y que le meta el centro a Varaldo, que éste se las manda a guardar”.
Pero esa jugada nunca ocurre. El final del partido, sin goles, sentencia a Almirante a descender. Ella lo abraza, él queda atónito, sus ojos apuntan al campo de juego pero su mirada está perdida, no encuentra explicación a lo que está viviendo y el dolor le perfora el alma: “¿Cómo puede ser? ¿Salimos terceros y nos vamos a la B? Todo por esos hijos de puta que nos sacaron 18 puntos”. Todos aplauden al equipo. Insultan a Julio Grondona. Vuelven a aplaudir. Baja una nueva ovación para Campestrini que, al igual que la mayoría de sus compañeros, abandona el terreno de juego ahogado en lágrimas. Ella y él también lloran, se abrazan, ya no escuchan nada alrededor. Él la tranquiliza y promete, con absoluto convencimiento: “El año que viene ascendemos de nuevo”.

Para 2do año del I.S.Pe.D. (Julio de 2008)